La ciudad de Zadar, en la costa de Dalmacia, es conocida por sus famosas ruinas romanas, las que le dan el peso cultural que tiene. Para empezar, puede pasar a la Iglesia de San Donato, emblema de la ciudad, construida sobre un antiguo foro romano, y luego a la Catedral de Santa Anastasia, que data del siglo XII, una hermosa muestra de arquitectura románica. Una de las cosas de las que Zadar se precia es de no haber sido nunca conquistada por los otomanos, debido a su potente sistema defensivo. Vestigios de esto son la puerta Terrafirme y la Puerta del Mar, construidas por los venecianos en el siglo XVI. Otro símbolo de la ciudad es su Órgano de mar, una construcción musical que permite que las olas creen sonidos al chocar con ella, además del moderno Saludo al Sol. Si prefiere, tome su Sixt y visite los pueblos alrededor de Zadar. Vaya a Pag, un tranquilo y hermoso puerto una hora hacia el norte, no sin antes hacer una parada en la bella Nin.