Muchas de las normas de tránsito en este país se ajustan a las adoptadas internacionalmente, excepto que se conduce por el lado izquierdo. No se debe manejar un vehículo alcoholizado ni bajo los efectos de ningún tipo de drogas; se debe usar en todo momento el cinturón de seguridad, obligatorio para todos los ocupantes del coche, y no se debe adelantar a otro vehículo donde exista línea amarilla señalizada en el asfalto. Los niños menores de tres años han de estar sujetos en las sillas para niños, que puede sumar al alquiler de coches en Nueva Zelanda, abonando un cargo extra. La velocidad máxima en carretera es de 100 km/h, mientras que en las ciudades es de 50 km/h.